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Existe una gran demanda de instructores de inglés como segunda lengua (ESL por sus siglas en inglés), principalmente porque es el idioma más hablado en el mundo. Además, ningún campo ofrece más oportunidades de enseñar a nivel mundial, para quien habla inglés con fluidez, como lo hace la enseñanza de ESL.

Jhon Cardona es evidencia de ello. Pues es instructor en el Programa Intensivo de ESL de �鶹ԭ�� con casi 20 años de trayectoria tanto en los Estados Unidos como en su natal Colombia.

Igualmente enseña en el de �鶹ԭ��, traduce y escribe para la Oficina de Comunicaciones y Marketing de la misma institución y enseña español básico en la .

Trayectoria como aprendiz

Cardona emigró con su familia a los Estados Unidos a los 13 años y, aunque asistió a una escuela bilingüe, el primer año, a los 15 todavía no podía hablar inglés. Así que empezó a estudiarlo por su cuenta.

“Cantaba en inglés y buscaba las palabras en el diccionario. Veía películas y repetía las frases, luego rebobinaba y las repetía nuevamente. Debo haber visto “Titanic” nueve veces; la tercera vez, ya la había memorizado”, dice. “Dependiendo del contexto, usaba expresiones de las películas en mis conversaciones”.

Él cuenta que, a los seis meses de practicar por su cuenta, ya estaba mejorando su habilidad comunicativa. Pero no fue hasta que comenzó a practicar con una amiga, quien hablaba inglés con fluidez, que empezó a adquirir verdadera competencia. “Aprender por tu propia cuenta es genial, pero es solo teoría; y tienes que ponerla en práctica. Hablando con mi amiga, fue cuando noté que sí estaba aprendiendo algo”.

Volviendo a sus orígenes

A los 18 años, Cardona regresó a Colombia para asistir a la universidad. Aunque su sueño de infancia era convertirse en médico, siguió el consejo de una tía y se dedicó a la enseñanza de inglés como segunda lengua. Asistió a la Universidad Pontificia Bolivariana, donde obtuvo una licenciatura en educación básica, con énfasis en inglés, español y humanidades. Se quedó en Colombia, impartiendo cursos de inglés en escuelas, institutos de idiomas, programas gubernamentales y universidades. Luego obtuvo una maestría en comunicación. Y después de 18 años en su patria, Cardona regresó a los Estados Unidos. Tenía 36 años.

Hoy en día, para él resulta significativo contarles a sus estudiantes de ESL sobre sus propias experiencias cuando aprendía inglés, con el ánimo de ayudarles a sentirse cómodos.

“Cuando mis estudiantes escuchan que, como ellos, yo también estudié inglés o que dejé los Estados Unidos para vivir en mi país, donde no se habla este idioma, y que, aun así, lo hablo con fluidez, saben que he estado en su lugar. Me miran y piensan: ‘Yo también puedo hacerlo’”.

Cualidades a la hora de enseñar

El curso que Cardona imparte en el Programa Intensivo de ESL de �鶹ԭ�� es un Nivel II; en él, ayuda a sus estudiantes a adquirir competencia en cuatro habilidades diferentes: lectura, escritura, habla y escucha.

Cardona cuenta que, aunque el 95 por ciento de sus estudiantes son hispanohablantes, cada semestre tiene algunos de otros países, como Cabo Verde, Siria, Marruecos o Turquía. Por ejemplo, en un curso que dicta este semestre tiene un estudiante de Afganistán; un país donde no usan el alfabeto romano, pues ahí hablan farsi.

“Este alumno estudia el doble que mis otros estudiantes, pues primero debió aprender nuestro alfabeto para poder comenzar a leer y a escribir. Una ventaja para quienes hablamos español es que compartimos el mismo abecedario que los angloparlantes. Lo cual quiere decir que, este estudiante indudablemente debe esforzarse más.”

Una de las cualidades más importantes que puede tener un educador de ESL, dice Cardona, es la paciencia al enseñar esas habilidades; como lo es también enseñarles a sus estudiantes a ser pacientes entre ellos para permitirle al otro pensar, procesar y responder. Además, explica que dicha cualidad no era muy fuerte en él cuando empezó a enseñar, pero que ha adquirido con sus casi dos décadas en la docencia.  

También señala que es importante comprender la cultura y las experiencias de los estudiantes a los que estás enseñando.

“Mi clase intensiva de ESL es de 7 a 9 p.m. Muchos de mis estudiantes vienen del trabajo y es posible que no hayan tenido tiempo para comer. Necesitan alimentarse para procesar la información; por lo cual siempre tenemos un descanso. Como profesor de ESL, considero importante conocer las situaciones de vida de mis estudiantes”, dice. “Si los noto cansados. Dejo lo que estoy haciendo y hacemos un juego de palabras. Pongo 10 letras en el tablero y les pido que formen palabras con ellas”.

Cardona también es un gran defensor del uso de la tecnología en las clases de idiomas. Por tal motivo comparte con sus estudiantes aplicaciones didácticas que sirven para complementar la instrucción que reciben en el curso.

Con su experiencia y sensibilidad, él ha llegado a desempeñar un papel fundamental en la vida de sus estudiantes. El 75 % de ellos toman ESL para dominar el idioma y poder comunicarse mejor en el mundo, mientras que el otro 25 % quiere hablarlo para poder ir a la universidad. En ambos grupos, abundan las historias de éxito.

“Recientemente me encontré con una alumna que estudió conmigo en el nivel 1 hace tres años”, dice Cardona. “Hablamos en inglés caminando desde el edificio hasta nuestro auto. Y me dijo: ‘¡Mírame! ¡Ahora hablo inglés y estoy inscrita en �鶹ԭ��!’. He tenido estudiantes que me han dicho: ‘¡Ahora tengo un mejor trabajo!’ o ‘¡Después de hacer presentaciones en su clase, por primera vez puedo entender a la maestra de mi hijo!’ Me emociono mucho cuando escucho sus anécdotas”.

Aunque dice que no es un trabajo fácil y que a veces se pregunta cómo llegó aquí, pues de niño, quería ser médico, reconoce que, “la vida te lleva a donde estas destinado a ir. No cambiaría nada. Amo lo que hago. Amo enseñar”.

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